viernes, 23 de septiembre de 2011

Piotr Chaikovski


Piotr Ilich Chaikovski es uno de los compositores rusos más queridos. Su música es famosa por su fuerte emoción y su destreza técnica. Sus estrictos hábitos de trabajo lo ayudaron a asegurar su atractivo duradero. Su profunda sensibilidad se refleja en su música con la creación de melodías suntuosas que enamoran a los oyentes durante más de un siglo.

Chaikovski nació el 7 de mayo de 1840 en Vótkinsk, una pequeña ciudad en los Urales (actualmente esta ciudad se encuentra en la República de Udmurtia) donde su padre se desempeñaba como director de una fábrica minera. Los padres del futuro compositor eran aficionados a la música y en casa a menudo pasaban conciertos de músicos amateurs. Alrededor se oían canciones de los lugareños. Como escribió el mismo Chaikovski, él “se crió en andurriales y desde la niñez se empapó de la belleza de la música popular rusa”, lo que más tarde se reflejó en sus obras.

La vida personal de Chaikovski era turbulenta desde el principio. Cuando joven, Chaikovski sufrió mucho al perder a su madre a la edad de 14 años y se vio forzado a enfrentarse a la atmosfera fría del internado militar. Mientras se encontraba allí, el joven Piotr rehuía del mundo violento encontrando consuelo en la música. Después de escuchar “Don Giovanni” de Mozart, Chaikovski decidió dedicar su vida a la música.


En 1843 los padres de Chaikovski contrataron a la tutora francesa Fanny Dürbach. Se cree que su amor y afección por su tutelado le compensaron a Chaikovski su madre Alexandra, descrita por un biógrafo como una mujer fría, infeliz y distante que no estaba dispuesta a manifestar afección física. Sin embargo, otros biógrafos afirman, que Alexandra consentía a su hijo.

Dotado de un talento precoz para la música, Piotr empezó a tomar clases de piano a los cinco años con una maestra local, María Pálchikova, y dentro de tres años ya podía leer música al mismo nivel que su maestra.

En 1850 su padre fue nombrado director del Instituto Tecnológico de San Petersburgo. Allí el joven Chaikovski recibió educación en la Escuela de Jurisprudencia. Aunque la música no se consideraba una alta prioridad en su programa de estudios, Chaikovski frecuentaba regularmente la ópera y el teatro junto con sus compañeros de clase. Estaba fascinado por las obras de Rossini, Bellini, Verdi y Mozart. La única educación musical que recibió en la Escuela fueron las clases de piano dadas por Franz Becker, un fabricante de pianos que visitaba su casa de vez en cuando siendo un simbólico maestro de música.

La madre de Chaikovski murió de cólera en 1854. Esa noticia afectó mucho al joven Chaikovski, que en aquel entonces tenía 14 años. No podía componer por la pérdida de su madre y reaccionó acudiendo a la música. Pasado un mes de la muerte de su madre, Chaikovski hizo sus primeros intentos en la obra: un vals en su memoria.

El padre de Chaikovski alentaba interés hacia la música y pagó pos sus estudios, que comenzaron en 1855, a Rudolph Kundinger, un profesor de piano muy conocido de Nuremberg. Sin embargo, cuando el padre de Chaikovski consultó a Kundinger con respecto a las perspectivas de una carrera musical para su hijo, el maestro escribió que nada presagiaba que Chaikovski pudiera ser un compositor, ni siquiera un buen intérprete. A Chaikovski le dijeron que dejara sus estudios e intentara encontrar un puesto en el Ministerio de Justicia.

Chaikovski se graduó de la Escuela de Jurisprudencia el 25 de mayo de 1859 obteniendo el rango de asesor titular, el escalón más bajo del servicio civil. El 15 de junio entró a trabajar en el Ministerio de Justicia. Seis meses después le ascendieron a asistente subalterno en su departamento y dentro de dos meses obtuvo el cargo de asistente superior.

En 1861, conoció por casualidad sobre las clases musicales que organizaba la Sociedad Musical Rusa. Según Nikolái Kashkin, amigo suyo, a Chaikovski le gustaba competir con su primo aficionado a la música que era un oficial del regimiento de granaderos a caballo. Una vez el primo fanfarroneó que podía hacer una transición de una tecla a cualquier otra en no más de tres acordes. Chaikovski aceptó el desafío y perdió. Así supo que su primo lo había aprendido en la clase de teoría musical de Nikolái Zaremba en la Sociedad Musical Rusa.

Entonces Chaikovski enseguida empezó a tomar las clases de Zaremba. El año siguiente cuando Zaremba entró a la facultad del nuevo Conservatorio de San Petersburgo, Chaikovski siguió a su profesor e ingresó allá aunque no había dejado su carrera en el ministerio hasta que su padre consintió en apoyarle. De 1862 hasta 1865, Chaikovski aprendió la harmonía, el contrapunto y la fuga en las clases de Zaremba. La instrumentación y la composición le enseñó el director y fundador del conservatorio de San Petersburgo, Antón Rubinstein que estaba impresionado por el talento de Chaikovski.

Mientras Chaikovski cursaba estudios en las clases de Zaremba, el crítico Vladímir Stasov y el compositor Mili Balákirev formaron una escuela de música nacionalista y crearon el denominado “Puñado Poderoso” (conocido también como “El Grupo de los Cinco”) en San Petersburgo. Como Chaikovski era el mejor estudiante de Antón Rubinstein, se asoció con el Grupo de los Cinco, aunque no compartía sus ideales creativos. En 1867, Chaikovski inició una relación laboral con Balákirev que terminó con la creación de la fantasía-obertura Romeo y Julieta.

Chaikovski permanció dudoso acerca de la música y los objetivos de “Los Cinco”. Su relación con ellos siempre fue cordial, pero nunca estrecha. Chaikovski mantuvo relaciones cercanas con Alexánder Glazunóv, Anatoli Lyádov y, por lo menos aparentemente, con Nikolái Rimski-Kórsakov.

Después de que Chaikovski se graduó, el hermano menor de Antón Rubinstein, Nikolái, le propuso entrar a trabajar como profesor de harmonía, composición e historia de la música en el Conservatorio de Moscú. Chaikovski con mucho gusto aceptó, ya que su padre se había jubilado y perdido sus propiedades.

En 1866 Chaikovski llegó a Moscú. En aquel entonces no era nada más que autor de muchísimas obras, compuestas durante sus estudios en el Conservatorio de San Petersburgo. Pero dentro de muy poco tiempo Chaikovski se convirtió en uno de los músicos más destacados de Rusia, su fama se extendía y poco a poco su música se hizo conocida en Europa. Durante ese tiempo fue creada la Primera Sinfonía titulada “Sueños del Invierno” inspirada en las vivencias del invierno que había conocido, cuando junto con sus padres atravesaba las llanuras de Rusia.

Siendo profesor del conservatorio, Chaikovski consagraba mucho tiempo a la docencia. Cientos de estudiantes pasaron por su clase, entre ellos el talentoso pianista Serguéi Taneev, al que Chaikovski dedicó su fantasía sinfónica “Francesca da Rimini”. Además Chaikovski fue uno de los primeros autores de libros de textos y programas de estudios musicales de Rusia. Tradujo al ruso algunos de los materiales de teoréticos europeos.

Al llegar a Moscú, Chaikovski como compositor empezó a crear música prácticamente en todos los géneros. Compuso operas, sinfonías, cuartetos, piezas de conciertos para diferentes instrumentos, música para piano, romances y mucho más. A menudo componía obras por encargo para varios eventos que se celebraban en Moscú.

Una de las características de su creación en este período es el uso del folclore musical de diferentes países. Así, utilizó los cantos de serbios en su obra “Marcha Eslava”. Las melodías populares ucranianas se mostraron en su Primer Concierto para Piano con Orquesta. En el ballet “El Lago de los Cisnes” Chaikovski incluyó una suite compuesta de bailes de pueblos diferentes.

La cima de su creación dentro de su período moscovita fue la composición de la Cuarta Sinfonía y la ópera “Eugenio Oneguin”, primera ópera de Chaikovski basada en la obra homónima del poeta y escritor A. Pushkin. Este tiempo coincidió con su matrimonio, que primero parecía un caso clásico de imitación al arte. Una de sus estudiantes en el Conservatorio de Moscú, Antonina Miliukova, empezó a escribirle cartas apasionadas mientras Chaikovski trabajaba en “la Escena de la Carta” de su ópera “Eugenio Oneguin”. En ese momento Chaikovski tenía 37 años y pensó que ya era tiempo de casarse. Se casaron el 18 de julio de 1877. Sin embargo, pocos días después de la boda Chaikovski se arrepintió muchísimo de aquella decisión. Comprendiendo que su matrimonio era un desastre, Chaikovski se culpaba a si mismo. Su desespero era tan grande que estuvo al borde del suicidio, supuestamente intentó ahogarse en las aguas frías del rió Moscova. Cuando se recuperó de los efectos del mismo, Chaikovski abandonó Moscú y se fue a San Petersburgo sufriendo una grave crisis psicológica.

La tensión mental y emocional que sufría el compositor debido al fracaso de su matrimonio no deterioraron su creatividad, más bien, la aumentaron. A pesar de algunas interrupciones Chaikovski alcanzó a terminar unas de sus mejores obras, la Cuarta Sinfonía y la ópera “Eugenio Oneguin”.

Entre las personas atraídas por la música de Chaikovski estaba Nadezhda von Meck, viuda de un rico empresario de ferrocarriles ruso. Von Meck le encargó algunas piezas musicales pequeñas. Chaikovski por su parte la pidió que le subsidiara el coste del matrimonio y los gastos básicos. Luego von Meck sugerió pagar a Chaikovski un subsidio anual de 6,000 rublos para evitar cualquier vergüenza de pedir financiamiento en el futuro. Eso le permitió a Chaikovski retirarse del conservatorio en octubre de 1878 y concentrarse en la composición.

Von Meck y Chaikovski intercambiaron más de 1,200 cartas entre 1877 y 1890. Los detalles de aquella correspondencia eran extraordinarios para dos hombres que nunca se conocieron en persona y estaba lejos de ser amantes. Chaikovski confiaba a su patrona algunas de sus actitudes hacia la vida y detalles del proceso de creación que nunca compartía con los demás.

Los últimos 15 años de la vida de Chaikovski está marcada por el enorme auge de su creación y su fama mundial. Chaikovski fue el primer compositor ruso mundialmente reconocido en vida. Durante este período compuso suites de orquesta, óperas inspiradas en temas históricos (“La Doncella de Orleans”, “Mazeppa”). En 1890 creó su genial ópera “La Dama de Picas”. El último año de su vida Chaikovski compuso su Sexta Sinfonía.

Chaikovski probó dedicarse también a la dirección de orquesta y poco a poco comenzó a hacerlo de forma regular. A finales de 1887 y a principios de 1888 realizó su primera gira por Europa como director de orquesta.

En 1891 Chaikovski visitó Estados Unidos dentro de una triunfante gira como director de orquesta interpretando sus obras. El 5 de mayo dirigió la orquesta de la Sociedad Musical de Nueva York que interpretó “La Marcha Eslava” en la inauguración oficial de la sala de conciertos Carnegie Hall de Nueva York. Luego siguieron sus interpretaciones de la Tercera Suite, el Primer Concierto para Piano y la Serenata para Cuerdas.

En 1893 la Universidad de Cambridge confirió a Chaikovski el título de Doctor Honorario de Música. Entre otros compositores honrados estaban Camille Saint-Saens, Max Bruch, Arrigo Boito y Edvard Grieg.

En 1885 el Zar Alejandro III le otorgó a Chaikovski la Orden de Santo Vladímir (de cuarta clase) lo que concedía al compositor el derecho a nobleza hereditaria. Aquel mismo año Chaikovski se estableció de nuevo en Rusia; primero en Maidánovo, cerca de Klin; luego en Frolóvskoye, también cerca de Klin, y finalmente en 1891 en Klin.

La vida del músico se interrumpió bruscamente. Llegó a San Petersburgo donde dirigió su Sexta Sinfonía, pero dentro de pocos días se enfermó de cólera y murió el 6 de noviembre de 1893. Chaikovski fue enterrado en San Petersburgo, en el Cementerio Tíjvinskoye en el Monasterio de Alexandr Nevski.

Tras su muerte, en 1984, por iniciativa de su hermano Modést, su casa en Klin fue convertida en museo. Esta casa guarda no solamente la memoria del gran compositor, sino también su archivo, sus bienes personales y su piano de cola que sigue sonando bajo las manos de eminentes músicos llenando la casa de sonidos de su música inmortal.

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