viernes, 26 de noviembre de 2010

Las brujas nocturnas del cielo de la guerra.


En los años de la Gran Guerra Patria las mujeres rusas participaron en las hostilidades al igual que los hombres y en ocasiones sus tareas militares fueron aún más difíciles. Basta con recordar un regimiento legendario de aviadoras que espantaron a los hitlerianos, atacándoles desde sus aeronaves al amparo de la noche.

'Las brujas nocturnas'. Este era el nombre que regalaron los fascistas a estas pilotos del primer  "regimiento de  bombarderas nocturnas" del mundo, formado en 1941, y precisamente con este apodo las jovenes valientes entraron en la historia.

Las mujeres pilotos salían al cielo en biplanos U2 hechos de fanera y originariamente destinados para el uso civil, y cumplían las mismas tareas que se encomendaban a las unidades de  aviones de combate. Sus aeronaves, que fueron denominadas por los fascistas "pedazos de madera", les hacían pensar que no representaban ningún peligro. Sin embargo, los alemánes se vieron obligados a cambiar de opinión después de los primeros bombardeos nocturnos.

Al penetrar a baja altura sobre los raíles del ferrocarril, los cuarteles donde estaban los estados mayores y los pasos elevados sobre los ríos, las rusas destruían instalaciones vitales y en una hora volvían para acabar con el enemigo. Sus aviones que producían poco ruido les permitían pasar desapercibidas hasta llegar al lugar en el que estaban las tropas alemanas y agotarlas con bombardeos que siempre daban en el blanco.
"Estos pequeños aviones no estaban preparados para ser bombarderos. Atábamos las bombas debajo de las alas. También habíamos inventado un visor, era solamente una mirilla en el piso del avión y un palo. Cuando el palo llegaba al medio de la mirilla, había que tirar una bomba. Era más fácil que la tabla del dos", recordaba Irina Rakobolskaya, ex comandante del regimiento.

Por derribarlos, los soldados del Ejército alemán recibían el  galardón  militar máximo, la Cruz de Hierro, al igual que por destruir un tanque. El mando fascista atribuía mucha importancia a la muerte de cada una de las bombarderas soviéticas, que durante la guerra hicieron más de 24.000 vuelos de combate y arrojaron más de 3.000 toneladas de bombas. Todo fue realizado por poco más de 100  muchachas de alrededor de veinte años de edad.

Ninguna de las mujeres que integraban este regimiento fue nunca apresada. Los historiadores alemanes aseguran que en algunos casos las bombarderas preferían quedarse en el avión que ya se estaba incendiando, antes que entregarse al enemigo. También indican que los soldados hitlerianos siempre las enterraban con honores militares, como un enemigo digno de respeto.
Una de cada tres mujeres del regimiento de bombarderas nocturnas murió en los combates durante la Gran Guerra Patria (1941 - 1945). 23 de ellas recibieron la máxima orden militar de Héroe de la Unión Soviética. La mayoría fueron condecoradas a título póstumo.


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