jueves, 24 de marzo de 2011

Estaciones orbitales de Rusia. Almaz

Cuando en el otoño de 1957 el mundo siguó el vuelo del diminuto Sputnik, el primer satélite artificial de la Tierra, difícilmente alguien podrían imaginar que tan sólo 14 años después en la órbita del planeta aparecería una “casa espacial”, donde al mismo tiempo varios cosmonautas pudieran alojarse y trabajar.

Las Almaz


Uno de los primeros programas de construcción de plataformas espaciales fue el proyecto de desarrollo de la serie de complejos orbitales OPS (“Estación orbital pilotada” en ruso) denominados Almaz, “Diamante”.

La historia del proyecto comenzó a finales de 1964, cuando el académico Cheloméi propuso desarrollar un punto de supervisión en el espacio con tripulaciones de turno, integradas por dos o tres cosmonautas, y con un plazo de funcionamiento en órbita de hasta dos años. El complejo tenía que ofrecer condiciones cómodas para sus habitantes y disponer de buenos equipos de observación, procesamiento y transmisión de los datos recogidos, y estaría destinado para servir varios intereses de defensa, ciencia y economía nacional.

Al igual que el proyecto similar estadounidense MOL (Military Orbit Laboratory en inglés) fue financiado por el Ejército de EE.UU, fue el Ministerio de Defensa de la URSS el encargado del diseño de la estación, que duró cerca de cuatro años.

La base del complejo era la estación orbital pilotada Almaz. En la parte trasera estaba acoplada una cámara esférica de exclusa con el módulo de atraque de las naves cósmicas y dos escotillas, una para salir al espacio y otra para el lanzamiento de cápsulas de información a la Tierra. Alrededor del módulo de atraque estaban los motores, las antenas y dos paneles solares.


En la parte delantera del casco se encontraba el compartamiento para la tripulación con camas, una mesa para las comidas, una butaca para relajarse y ventanillas, y al lado estaba situada la sala de trabajo con el punto de control y el puesto de trabajo del operador, cuya misión era hacer seguimiento de la superficie de la Tierra y del espacio alrededor de la estación. Todos los equipos, incluidos aparatos de radiotransmisión y fotografía, el segundo puesto de trabajo y los sistemas de control adicionales se hallaban detrás. Y para la defensa la estación, había intalado un cañón aéreo de tiro rápido (se creía, por las dimensiones del complejo estadounidense que se estaba preparando también en esos momentos, que éste incluso podría robar la estación rusa, ya qué tenía suficiente capacidad para ello).


La duración del funcionamiento de la estación dependía de sus posibilidades energéticas, sus reservas a bordo y la organización del transporte de las tripulaciones. De esas funciones se encargaban las “naves de trasnsporte y suministro” (TKS en ruso), vehículos espaciales pilotados de 20 toneladas de peso que, además de transportar tripulación y carga, podían suministrar energía a la estación y realizar tareas de reorientación y manejo de la estación, pues tenían grandes reservas de combustible.

La fabricación de los cascos de la estación Almaz y de las naves comenzó en 1969, y para los inicios de 1970 ya se habían construido varias partes de las futuras estaciones. A mediados del mismo año, cuando se supo que EE.UU. prepara el lanzamiento de la estación Skylab, las autoridades soviéticas ordenaron que la creación de la plataforma orbital se accelerase. Entonces nació el programa Salut, que utilizó parte de la constucción del complejo Almaz, así como los sistemas de las naves espaciales Soyuz, previamente utilizadas con éxito. Las Salut, de uso civil a diferencia de las militares OPS, se denominaban DOS, “estación orbital de largo plazo”.


En cuanto a las Almaz, en total en la historia fueron lanzadas cinco estaciones, tres pilotadas —Salut 2, Salut 3 y Salut 5— y dos sin tripulación —la Kosmos 1870 (18 de julio de 1987) y Almaz 1 (31 de marzo de 1991)—.

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