El Dinamo de Moscú se mantiene con vida en la KHL tras derrotar en su casa al Dinamo de Riga por 3–1. El partido estuvo marcado por la ineficacia de los locales que solo en el tercer tiempo pudieron marcar una diferencia frente al equipo letón.
El empujón que le dio Maxim Soloviov al canadiense Brok Trotter, del Dinamo de Riga, al final del partido, fue el fiel reflejo de lo friccionado que fue. Un juego que estuvo marcado por la agresividad de los locales y el planteamiento defensivo de los visitantes que sola entre la primera y la segunda etapa tuvieron una ocasión clara, precisamente el gol anotado por Trotter cuando el Dinamo defendía solo con cinco hombres.
Los locales no lograban conseguir el gol. Una derrota este martes los eliminaba directamente de la Liga Continental de Hockey, por lo que el nerviosismo se tomó gran parte de las dos primeras etapas. El Dinamo de Moscú llegaba con claridad pero no conseguía vencer la valla defendida por Michael Tellkvist.
Sin embargo, pese a lo defensivo de los de Riga, fue precisamente el gol en contra lo que hizo reaccionar a los moscovitas, quienes entraron a la tercera fracción decididos a buscar el alargue en la serie.
Y ahí vino lo mejor de la noche, los dirigidos por Oleg Znarok no cesaron en el ataque: por las bandas, por el medio, por todos lados, buscaban el empate hasta que llego el minuto 43 a través de una jugada individual de Maxim Belikov, que terminó en un potente remate a portería que Tellkvist no logró contener. 1–1 se ponían los locales y el estadio explotaba.
Sin tanta presión, bastó que Dinamo insistiera en su ataque para conseguir el triunfo, y así fue, porque dos minutos después, tras una jugada entre Vólkov y Derliuk, fue Alexéi Kudashov quien logró desatar la alegría de las 5.000 personas que llenaban la cancha del Luzhnikí.
Así, el Dinamo de Riga se dio cuenta tarde que había que atacar, y en el último minuto decidió sacar a su arquero para poner un jugador de cancha. Fue un grave error: los locales estaban lanzados y fue así como Leonid Komarov agarró el disco y se fue solo hacia la portería rival para decretar el 3–1 final y descontar en la general (3–2).
La victoria de los moscovitas les permitió quedar con vida en los cuartos de final de la Conferencia Oeste de la KHL, octavos de final de la Copa Gagarín, trofeo en el cual se enfrentan los campeones de cada conferencia. En tanto, para los de Letonia la derrota les obliga a tratar de cerrar la serie jugando de local
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