El presidente ruso, Dmitri Medvedev, criticó hoy como "anárquicas" las condiciones de seguridad en el aeropuerto moscovita donde el lunes murieron 35 personas en un atentado terrorista, y pidió controles más estrictos en las terminales rusas.
"Necesitamos un sistema de control mucho más estricto, es decir un control total", citó la agencia de noticias Interfax al mandatario en una reunión con miembros del servicio de inteligencia nacional, el FSB. "Posiblemente (el control) sea más largo para los pasajeros pero es la única alternativa", agregó.
Medvedev exigió asimismo una mejor lucha antiterrorista. Rusia necesita la "máxima seguridad contra atentados" de cara a eventos como los Juegos Olímpicos de invierno en Sochi en 2014, señaló.
El presidente habló también de "señales claras" de que el FSB tiene que hacer mejor su trabajo en vista de los 35 muertos y 180 heridos que dejó el atentado del lunes en el aeropuerto de Domodedovo, el más grande de Moscú.
En la terminal, criticó el líder del Kremlin, imperaba prácticamente la "anarquía". Todo el mundo podía ir y venir sin ser controlado, indicó, y pidió un castigo más duro para los funcionarios del gobierno y las oficinas estatales a cargo de la seguridad en el transporte de personas.
En consecuencia, la fiscalía amplió hoy sus investigaciones respecto a negligencias en materia de seguridad.
'Venganza inevitable'
Mientras, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, amenazó hoy con una "venganza inevitable" del atentado contra el aeropuerto moscovita de Domodedovo que se saldó con 35 muertes. "Los terroristas pagarán por este acto cruel y sin sentido", le citó Interfax durante su visita junto a Medvedev en los hospitales de Moscú a los pacientes que el día anterior resultaron heridos en el sangriento atentado.
Durante una posterior reunión de gabinete, Putin prometió a los familiares de las víctimas indemnizaciones de respectivamente unos 75.000 euros.
Muchos de los en torno a 180 heridos continúan debatiéndose entre la vida y la muerte. A su vez, el Ministerio de Protección Civil comunicó hoy que entre los muertos hay ocho exranjeros, entre ellos un alemán, dos austriacos, dos británicos y un búlgaro.
Los investigadores del ataque anunciaron mientras que tratarán de identificar al autor del atentado mediante un análisis de ADN. El cadáver del hombre que se hizo volar por los aires con una bomba fabricada con clavos y tornillos está tan destrozado que ni siquiera se puede reconocer bien su rostro, citaron medios a investigadores y forenses.
Las autoridades confirmaron que el suicida llevaba una carga explosiva de cinco kilogramos de TNT ceñida al tronco con un cinturón. Las fuerzas de seguridad hallaron la cabeza y las manos del atacante el lunes en el aeropuerto. Aseguraron que se trata de un hombre de rasgos caucásicos o árabes que tenía entre 30 y 35 años.
Se busca además a tres presuntos ayudantes que supuestamente huyeron tras el ataque. Los investigadores creen que los responsables son radicales islamistas de la convulsa región del Cáucaso Norte, los llamados "wahabitas".
Indicios de un atentado
Según informaron medios, el FSB tenía desde hace algunos días indicios de que se estaba fraguando un atentado terrorista en Moscú. El propio aeropuerto, sin embargo, no tenía evidencias que apuntaran a un posible ataque por lo que no se adoptaron medidas especiales, señaló el Ministerio de Transporte. "No había motivos para tomar medidas adicionales", dijo el viceministro de Transporte Andrei Nedossekov.
La noche del lunes el presidente estadounidense Barack Obama llamó a su homólogo ruso para expresarle su intención de trabajar por un refuerzo de la lucha antiterrorista. En una segunda conversación mantenida hoy por ambos con motivo de la firma del tratado de desarme START, Obama aprovechó la conversación telefónica para volver a expresar a Medvedev su pésame.
Por su parte el papa Benedicto XVI reaccionó al ataque suicida en el aeropuerto de Domodedovo con "profundo dolor" en un telegrama de condolencias a Medvedev. En la misiva, el pontífice se refiere al atentado como "grave acto de violencia". Expresó además a los familiares sus condolencias y les transmitió su consuelo.
La situación era hoy en Moscú relativamente tranquila. No se apreciaban más controles de lo habitual ni restricciones llamativas. El alcalde de Moscú, Serguei Sobianin, decretó para mañana miércoles un día de luto. Lo mismo hicieron las regiones cercanas a la capital rusa.
En el Cáucaso Norte, donde se encuentra el que fuera territorio de guerra, Chechenia, islamistas luchan por independizarse de Moscú. Amenazan con trasladar el conflicto al centro de Rusia. El último acto terrorista tuvo lugar en un doble ataque al metro de Moscu a finales de marzo del año pasado, en el que perdieron la vida 40 personas.
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