domingo, 2 de septiembre de 2012

Dionisio García, niño de la guerra en Rusia

En librerías de Moscú se está ofreciendo en este verano el libro titulado “Recuerdos. La vida de un español en Rusia”. Su autor es Dionisio García, representante de la generación de “los niños de la guerra civil”, que en sus días fueron evacuados desde España en 1937 a 1939.


Aquella determinación fue tomada por sus padres, en un intento por salvaguardar a sus hijos de los bombardeos masivos, que matizaban entonces los combates de las tropas franquistas con el ejército republicano, En años contados, desde España emigraron mas de treinta y cuatro mil niños, de los que a la URSS llegaron unos tres mil. Entre ellos figuraba Dionisio, a la sazón de diez años, hijo de una dinastía de mineros asturianos de una aldea montañosa de las afueras de Oviedo. Hoy día es una figura conocida en Moscú: grabador en piedras, pintor de iconos, restaurador, traductor y filósofo. En su libro habla justamente de su vida en Rusia:
–Este libro surgió de muchos apuntes que yo hacía durante toda la vida de cosas que pasaban, de lo que hablaban mis amigos. No tenía en cuenta hacer un libro, eran apuntes para mi memoria. Hablando mejor, mis amigos me dijeron que escribiese este libro, porque a mí me gusta contar mis historias. Soy un tipo que siempre está contando algo, y alrededor se ajunta la gente y yo estoy hablando. Y entonces escogí los apuntes y, poco a poco, añadiendo las cosas, escribí este libro que tiene mucha fama. Puedo decirlo porque los que lo leen les gusta mucho.
No es difícil adivinar por qué es tan cotizado. Su autor departe con un lenguaje animado y rico recuerdos sobre el orfanato de las afueras de Moscú, donde vivían y estudiaban los niños refugiados de España. Dionisio siguió estudios en una Escuela de Artesanía de Moscú, donde aprendió a la perfección el trabajo artístico en piedra. Moviéndose en el medio artístico se hizo de sus mejores amigos, entre los que sobresalen figuras de renombre, tales como el director Andrei Tarkovski, el escritor y director Vasili Shukshín, el pintor Ilya Glazunov. Dionisio define a los amigos la riqueza principal de su vida, razón por la que, cuando tuvo la posibilidad de retornar a la patria prefirió quedarse en Rusia:
–Hubo tiempo que no nos dejaban ir, porque Francisco Franco y comunistas eran enemigos mortales. Pero después de la muerte del generalísimo otro nuevo gobierno español empezó a invitar a venir a los chicos, y entonces se fueron casi todos. En Rusia han quedado aproximadamente unos trescientos de nosotros. Gran parte de esos trescientos también fueron a España, pero por diferentes razones no les gustó la vida de allí y volvieron. Unos estaban casados con una mujer rusa y tenían ya los hijos, otros estaban muy acostumbrados a la vida en Rusia. Yo fue uno de los que regresaron aquí porque estoy muy arraigado hacia Rusia. Los rusos tienen muchas cosas buenas, por ejemplo, una hermandad especial, que todos son amigos, todos son “suyos”. Yo me acuerdo un ruso típico: cerca de mi casa hay un almacén con un escaño de al lado. Un día por la tarde me senté en aquel escaño y al mismo tiempo del almacén sale un ruso que, antes de sentarse, me dio la mano como un amigo. El cielo estaba tachonado de estrellas y entonces le dije: «Mira, ¡qué hermoso! Qué te parece, ¿qué es esto?». Y él dijo en ruso, mirando allí: «No es asunto nuestro».
 
Libro de Dionisio García
A propósito, la esposa del “español soviético”, como a menudo definían a estos niños en Rusia, es rusa, con la que tuvo dos hijos que son su orgullo. Antón, es un conocido compositor de la TV en círculos profesionales, y su hija Anna es pintora gráfica. En el hogar sobresale el retrato del progenitor creado cariñosamente por la hija.
 
Volviendo a su libro nos habla del descubrimiento principal que hizo mientras lo escribía:
–Cuando escribía mi libro, tenía muchas cosas que recordar: personas, acontecimientos, lugares… Por eso digo que fue como si viviese la segunda vida.
El episodio mas memorable de su vida fue el reencuentro con la autora de sus días tras una pausa de sesenta años. Dioniso recordará sus primeras palabras toda la vida: “Ah, Dionisio, hace tanto tiempo que quería verte”.
Ahora es casi imposible encontrar esta obra en las librerías, pues fue agotado en semanas contadas. De ahí que su autor, Dionisio García Sapiko, planea reeditar los “Recuerdos, la vida de un español”, en una tirada de mil ejemplares, que sin duda tendrán la misma suerte que su primera edición.
Angel Gutierrez, niño de la guerra nacido en Asturias, director del Teatro Chéjov de Madrid
 
Niños jugando en la URSS